Muchas veces he pensado en las relaciones que a lo largo de mi vida he tenido con el sexo opuesto. Desde amigos, pasando por familiares y hasta parejas. Mi historia no puede entenderse sin la pieza base, la pieza fundamental del hombre en mi vida: Tú. Lo quiera o no, siempre estás ahí, aún a kilómetros de distancia.
Mi dolor, mi rencor, mi preocupación, mi recordatorio de usar siempre suéter, de no salir a la calle con el pelo mojado, de voltear a ambos lados antes de cruzar la calle: tú.
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Miércoles de Andreinski en el Ladies' Room.
6 comentarios:
Pues vamo pallá.
Con lo que posteaste aquí se queda uno intrigado.
Saludos.
No me he escabullido a ladies room para terminar de leer lo que escribes aquí.
Pero mi mente divaga y se pregunta si hablas acerca de tu padre ( uy q formal ando hoy)
Para ser un buen padre, primero hay que ser un buen hijo, nadie es perfecto y cada quien es responsable de su propia vida, qué bueno que aprecies lo bueno que te han dado y reconozcas los defectos para trabajar sobre ellos, repararlos o compensarlos y no repetirlos, saludos.
de mega hueva...
aww que bonito :)
ahhh pero como me gustan los textos asi...
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