(Alguna noche malva de hace algunos meses)
Encuentra qué tan largo es el camino de mi corazón a mi cama y recórrelo al revés.
Dime que te toque cuando todos pueden ver, Déjame observarte cuando nadie nos ve.
Rasgúñame las heridas hasta que abran de nuevo y encárgate de cuidarlas hasta que cierren con tu nombre por dentro.
Déjame cuidarte y odiémonos bajo las sábanas.
Sabes que cuando me tocas muerdo mis labios, pero alguna vez abriré la boca y sabrás qué sonido tiene el deseo…Escúchame.
No me regales flores. Nunca.
Dibújame un girasol en el pecho y sé el sol.
Grítame hasta que te duela.
Te quitaré el ceño fruncido a besos.
Regálame los moretones para probar que existimos cuando por la mañana, todo me parezca un sueño…
Factorización de trinomios: El binomio cuadrado perfecto.
Hace 2 semanas
5 comentarios:
"Te quitaré el ceño fruncido a besos" Esa deberían de decírmela a mi, sobre todo, los días lunes.
Buen texto, ideal para un día como hoy.
Saludos.
Yo creo que...
Deberías postear algo nuevo, te acabo de conocer y ya me dejas con las ganas de más, no puede ser.
saludos,
Carlos.
(duh, en el primer comentario me había equivocado, dislexia de ideas...pero era algo así...)
pfff!
"...y sabrás qué sonido tiene el deseo..."
aplausos, desde la primera frase hasta la foto.
qué chingón está, un gusto conocer tu bló
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